miércoles, 5 de junio de 2013

EL TRAJE NO ES UN YUGO OPRESOR, SINO UNA TARJETA DE VISITA


El traje es esa pieza fundamental del armario que antes o después llega a la vida de cualquier hombre y promete hacerse fuerte en el día a día.

Algunos tuvimos contacto temprano con él, pues el uniforme del colegio así lo exigía, y el que no paso por el disfraz de "marinerito" para recibir la Primera Comunión consiguió cierta dignidad en las fotos de la misma con un traje de chaqueta azul (probablemente el uniforme, pero con chaqueta nueva).

El caso es que nos deshacemos del traje nada más llegar la universidad, a excepción de los actos sociales pertinentes. Pero no tarda en llamar a nuestra puesta de nuevo en cuanto comenzamos con las tediosas practicas en los últimos cursos de la licenciaturas y más aun cuando definitivamente caemos de lleno en el mundo laboral.

Es un hecho indiscutible que nacemos sin traje, y también que nos enterraran con él. De hecho, al igual que con el trabajo, vamos a pasar con él la mayoría de tiempo que estemos con (y sin) vida, por lo que debemos, por nuestro bien, llevarnos bien con la susodicha prenda, procurar que dignifique nuestra figura y deje un buen recuerdo.

Y es por ello que optar por un traje a medida lo podríamos (deberíamos) considerar necesario, y más aun cuando a día de hoy nos lo ponen en bandeja a través de opciones tan interesantes como SHOUTON.


Hablamos de una empresa joven, dedicada a la sastrería a domicilio, cuasi a medida, y ofreciendo, a un precio más que razonable, una calidad indiscutible.
Por mi parte quiero pensar que el traje no es un yugo opresor, sino una tarjeta de visita.

Os ofrecemos a continuación unas imágenes de los modelos que ofrecen y su web.


Web: www.shouton.es

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